sábado, 23 de agosto de 2008

ADAM WISEMAN el fotógrafo de la calle.




CHICLE_octubre-diciembre 2007
www.adamphotogallery.com

Modelos vistiendo bellos trajes de diseñadores; niños abandonados por sus padres sentados en el suelo de la India; Divinas casas blancas de los Ángeles resplandecientes bajo el sol y mujeres paradas sobre un ring de lucha libre preparadas para el combate; son algunos ejemplos de las imágenes que día a día aparecen en los medios impresos, imágenes que impactan, que generan sentimientos, controversia o que pueden no decir nada, que motivan a la compra o que llevan a la reflexión. Todo depende, como dicen por ahí, del cristal con el que se mire y cuando se mira por el lente de una cámara uno aprende que al darle clic se está capturando un momento de la realidad. 



Él es Adam Wiseman, fotógrafo mexicano iniciado en el arte de capturar realidades en las comunidades indígenas de nuestro país; fotoperiodista y parte antropólogo, y en sus propias palabras: Fotógrafo de la calle.


¿Cómo te iniciaste en la fotografía? 

Me inicié a los 17 años en mis viajes a Tulúm, con una cámara “Olympus” que me regalaron mis padres. Un año más tarde tuve la oportunidad de ir a la Sierra Madre Occidental con los Huicholes donde el fotógrafo / antropólogo John Lilly me enseñó cómo usar una cámara manual. Poco después fui a New York donde estudiando cine y antropología tomé cursos básicos de foto. Lo mantuve como un hobby serio, hasta que a los 26 años me metí a la International Center of Photography en NY donde hice el curso de un año de fotoperiodismo.

De la fotografía que haces, ¿Cuál es tu favorita?
Me considero fotógrafo de la calle, o fotógrafo documental. Me gusta todo lo que ya existe. Me gusta fotografiar lo que me rodea; la gente en el metro, turistas, la ciudad, el movimiento etc.

¿Cuál es la importancia de fotografiar la realidad y cómo ha sido tu experiencia en este sentido?
La realidad me parece más interesante que la ficción, en mi opinión no hay limitantes, todo es realmente posible. Soy “voyuer”, y para mi tomar una foto de algo cotidiano y verlo después es la manera más fácil y segura de mirar fijamente a alguien sin que me rompa la cara.



¿Existe la apertura necesaria para que la fotografía de realidades que muchas veces pudieran resultar molestas se comercialicen en los medios?
Creo que a los medios mexicanos les da vergüenza la fascinante realidad de su propia sociedad, son muy malinchistas y maquillan la realidad. Ellos dicen que es lo que quiere ver y leer el público pero yo creo que subestiman a sus lectores y hacen demasiado caso a sus anunciantes.

¿Qué papel juega la mujer en tu fotografía?
La mujer en mis fotos es luchadora, no importa si sea rica o pobre, enmascarada o descubierta. En los últimos años me ha tocado fotografiar mujeres en la cárcel, pandilleras de la Mara Salvatrucha, parteras, cineastas, artistas, ficheras, inmigrantes ilegales, etc. Lo que tienen todas en común es la lucha con la sociedad, con su familia, con el gobierno, con sus esposos y novios pero también tienen una pasión por la vida que las impulsa y las hace reír, las hace sobrevivir. Para mi el reto es tratar de capturar algo de esta lucha; el sufrimiento, los logros, la pasión, el humor, el sarcasmo, la victoria... en un retrato.